El diagnóstico de la Eyaculación Precoz implica una evaluación cuidadosa, que engloba la tendencia y no un único momento puntual, desde un prisma tanto físico como psicológico. Varios son los criterios a la hora del diagnóstico que se deben tener en cuenta, como la duración del acto sexual, la pérdida de control o el impacto emocional. Pero antes de nada, tienes que tener claro que no hay patrones ni estándares: la experiencia que cada persona tiene en torno a este problema es única, y por lo tanto, el diagnóstico debe contextualizarse no solo dentro de la realidad de cada persona, sino también de sus expectativas.
El primer paso para el Diagnóstico
Para llegar al diagnóstico, lo primero que tenemos que hacer es comprender de forma muy clara la definición del trastorno. Todo hombre con Eyaculación Precoz, tiene que presentar los siguientes tres indicadores:
- Tiempo de latencia eyaculatoria: en la Eyaculación Precoz, el tiempo desde el inicio de la estimulación sexual hasta la eyaculación está significativamente reducido, desencadenando una rápida eyaculación que hace imposible la satisfacción sexual. Cada persona es un mundo, pero en un intento por buscar un criterio unificado, la Asociación Americana de Psiquiatría establece que un tiempo de latencia eyaculatoria menor de un minuto es indicativo de Eyaculación Precoz.
- Sensación de pérdida de control: tener la percepción de no poder controlar voluntariamente el momento de la eyaculación, es otro indicador que comparten los hombres con Eyaculación Precoz.
- Impacto en la calidad de vida sexual y emocional: a los dos puntos anteriores, se suma el impacto negativo que supone en la calidad de vida sexual y emocional2. Sentimientos como la frustración o la insatisfacción sexual, pueden afectar a las relaciones de pareja, siendo un foco de conflictos. Además, la mochila de las personas que sufren este trastorno se va llenando con emociones negativas como la ansiedad, problemas de autoestima o depresión.
Cuestionarios médicos y herramientas de evaluación
En consulta, los profesionales disponemos de herramientas para catalogar mejor el problema y también para poder buscar diferentes grados de severidad.
Hacer una buena entrevista clínica con una anamnesis detallada donde se recojan antecedentes y posibles desencadenantes, proporcionará una base importante sobre la que buscar el mejor abordaje posible. Con las preguntas adecuadas y un buen ojo clínico en torno a la historia sexual del paciente, se puede acotar bastante la raíz del problema.
Te será de gran ayuda tener un diario de tus relaciones sexuales donde apuntes los datos más significativos de ellas: la duración, tus emociones, el grado de satisfacción, si ocurrió algo a destacar…Al hacer este ejercicio, tomarás mayor conciencia del problema, y sobre todo, tendrás mucha más información.
Yo ha elaborado el siguiente documento, enfocado sobre todo a hombres con problemas de Eyaculación Precoz.
Además del cuestionario, hay 10 preguntas a las que todo hombre con problemas de Eyaculación Precoz, tendría que darles respuesta:
- ¿Cuánto tiempo pasa entre la penetración y la eyaculación?
- ¿Te sientes capaz de retrasar la eyaculación?
- ¿Cuándo tuviste tu primer episodio de Eyaculación Precoz?
- ¿Has sufrido Eyaculación Precoz desde el inicio de tus relaciones sexuales?
- ¿Te ha pasado con casi todas tus parejas?
- ¿Existen problemas con tu pareja por la Eyaculación Precoz?
- ¿Tu pareja evita tener relaciones sexuales?
- ¿Eres tú quién evita tener sexo por miedo a sentirte luego mal?
- ¿Está viéndose afectada tu relación de pareja por culpa de la Eyaculación Precoz?
- ¿El problema te genera ansiedad, vergüenza o te estás notando triste?